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Hiporexia, una alteración alimentaria en los adultos mayores

La disminución en la ingesta de alimentos en personas de la tercera edad supone un cambio normal en esta etapa de la vida, debido a la reducción en la demanda calórica del cuerpo que a su vez es producto de la poca actividad física.

Sin embargo, la pérdida de apetito en los adultos mayores, solo se considera normal hasta cierto punto, puesto que los ancianos son propensos a desarrollar hiporexia, un trastorno alimentario que consiste en la disminución gradual en las ganas de comer.

La hiporexia es causada por diversos factores y si no es detectada a tiempo, llega a causar desnutrición y con ella una serie de enfermedades que afectan la calidad de vida hasta causar la muerte.

HIPOREXIA, UNA ALTERACIÓN ALIMENTARIA EN LOS ADULTOS MAYORES

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a menudo la desnutrición se manifiesta en la reducción de la masa muscular y ósea, produciendo mayor riesgo de fragilidad. La desnutrición también se ha asociado con deterioro de la función cognitiva, lo que ocasiona la disminución de la capacidad para cuidar de uno mismo y mayor riesgo de dependencia de cuidados.

Por lo tanto los riesgos que engloba la hiporexia para la salud general del adulto mayor son bastante extensos.

Causas de la Hiporexia

Las causas de la Hiporexia en los ancianos son múltiples y tienen que ver con los cambios fisiológicos del envejecimiento, pero también con profundos cambios psicosociales y ambientales.

  • Disminución de las necesidades calóricas por falta de movilidad.
  • Menos demanda de alimentos por reducción del estómago.
  • Deficiencias sensoriales como un menor sentido del gusto o del olfato.
  • Mala salud bucodental o problemas dentales.
  • Síntoma de una enfermedad que se está desarrollando o que ya padezca.
  • Consumo de medicinas como tratamiento para enfermedades crónicas.
  • Problemas psicológicos o de depresión.
  • Cambios psicosociales y ambientales como el aislamiento y la soledad.

La disminución en el apetito del adulto mayor se presenta progresivamente y es muy difícil notarlo antes de que se haya presentado pérdida de peso u otras patologías asociadas a la malnutrición.

Por lo general el anciano pierde interés por las comidas y se inclina más por meriendas como un vaso de leche o jugo con galletas, evitando el consumo de una dieta completa que proporcione los nutrientes necesarios para mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones.

Medidas a tomar frente a Hiporexia

  • Realizar 5 a 6 comidas diarias en porciones pequeñas.
  • Preparar alimentos suaves y de fácil deglución.
  • Verificar que la comida no esté muy caliente.
  • Dar comidas variadas y apetecibles.
  • Garantizar un alto contenido nutritivo y calórico en las porciones.
  • No forzar la ingesta de comida. Puede intentar varias veces aunque se salga de los horarios.
  • Hacer seguimiento del peso.
  • Siempre trabajar en articulación con el médico.
  • Incluir suplementos alimentarios como Vivalite Adulto Senior a la dieta.
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