La presencia de enfermedades, el fallecimiento de personas cercanas a un grupo familiar o amistad, el deterioro físico por los años vividos son solo algunos de los cambios que viven los adultos en edad avanzada y que inconscientemente afectan a su salud mental, provocando de esta manera la depresión.
La Organización Mundial de la Salud reconoce que más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural. La demencia y la depresión son las enfermedades neuropsiquiatrías más comunes en esta etapa de la vida.
Igualmente, este organismo coloca Chile como uno de los países que presenta índices más altos de depresión a nivel de la población general y en la tercera edad se encuentra que alrededor de un 5,6%.
Quien padece de este trastorno manifiesta sentimientos de tristeza, culpabilidad, pérdida, ira o frustración, falta de apetito y alteración del sueño interfiriendo fuertemente con la vida diaria durante semanas o por más tiempo.
¿Qué puedo hacer si un familiar sufre de esta enfermedad?
- Ofrezca ayuda y escuche sin juzgar.
- Busque ayuda profesional y ofrézcase para acompañarle a los controles.
- Apoye el tratamiento con medicamentos, recordando los horarios y monitoreando que cumpla con ellos.
- Las personas con depresión pueden tener dificultad para realizar sus actividades cotidianas y seguir horarios regulares.
- Amor y empatía son las dosis más eficaces para ayudar a un adulto mayor que viva esta situación.
El acompañamiento y el apoyo son las claves, el tiempo que dediquemos para compartir con ellos debe ser de calidad.